viernes, 16 de enero de 2009

Becarias en el Parlamento

Desde primeros de año tenemos en la delegación dos nuevas compañeras: Sara y Clara. Este jueves nos han acompañado a Alberto y a mí al Parlamento Andaluz.



Se celebraba el debate sobre financiación autonómica y aunque en Andalucía, con la mayoría absoluta del Psoe, las sesiones carecen de emoción porque está todo el pescado vendido antes de empezar, quiero reflejar aquí lo que más les llamó la atención a mis compañeras:
Lo que más les llamó la atención a Sara y a Clara fue al "absoluto desmadre" -palabras textuales-que pudieron ver en el hemiciclo por parte de los diputados autonómicos mientras en la tribuna los portavoces iban desgranando las propuestas de resolución: eran muchos los que hablaban, reían, cuchicheaban, iban de un lado a otro, entraban, salían, hacían ruido... Cualquier cosa menos prestar atención a quien, teóricamente, se estaba dirigiendo a ellos.


Acostumbrados como estamos al bullicio quienes acudimos al parlamento con cierta regularidad, acabas por no reparar en lo insólito que resulta este comportamiento de sus señorías hasta que llegan las becarias nuevas y se quedan boquiabiertas.
- Qué poca vergüenza, me decían ¿Y esto es siempre así?.
- Pues sí, chicas. Esto es siempre así.




J.T.

2 comentarios:

Clarita dijo...

La verdad es que nos quedamos muy sorprendidas al ver como el Parlamento Andaluz se convierte en una verdadera clase de la ESO, divididas en pandillas. Están los rebeldes, que aunque son pocos siempre llaman la atención, incluso llegando tarde, también en estas clases hay tiempo para criticar a tus compañeros o porque no, tontear con el que está sentado tu lado. Están los que tienen sueño, los que parecen tener algún que otro problemilla explorando su cavidad nasal, los que prefieren hacer caso a su periódico u ordenador, pero eso sí, al recreo no falta ni “Sor Úrsula” y en el comedor parece que lo que hablan entre ellos es incluso interesante. En fin, creo que al meternos en este mundillo tenemos que ver las cosas desde otra perspectiva y empezar a ser conscientes de que esto es la cruda realidad, la que al parecer muchos saben pero la mayoría desconocen, pensando que nuestros políticos cambiaran nuestro país, ilusos.... Pero como a todo, hay que sacarle el lado positivo a esta situación, ya que las que hemos pasado de curso somos nosotras, las becarias.

Anónimo dijo...

La verdad es que estoy completamente de acuerdo contigo Clara. No puedo negar que me gusto la experiencia...ir al Parlamento Andaluz bien para un tema u otro siempre resulta interesante, pero no pude evitar salir "sorprendidisima" de allí después de aquella cobertura.
Y es que no esperaba en absoluto que a más de uno le hiciera falta tal terapia de comportamiento...

Cuando estamos sentados en el sofá de nuestra casa viendo un debate como este en la televisión, sólo observamos como alguien de un partido político se está partiendo la garganta defendiendo sus ideales y prometiendo lo que en muchas ocasiones no se puede prometer; pero lo que realmente no nos imaginamos es que si la camara enfocara en un plano general y abarcara a todos y cada uno de los miembros que allí se encuentran nos daríamos cuenta de que los politicos son como una pandilla dividida en grupitos donde se opina sobre aquel, se comenta sobre este, se critica a uno, o directamente no se muestra interés por el otro.

Como muchos de los que allí estabán... tan tranquilos, utilizando su portatil, mirando el periódico o con tiempo hasta de echar una siestecita después de comer, que no viene nada mal.

Al parecer no tienen muchas normas, unos llegán antes, otros después, algunos se pasean de un lado a otro... en fin, que precisamente la mayoría no están en lo que tienen que estar.

Lo que a mi me extraña a estas alturas, es que no den ataques de risa más a menudo como el del 29 de septiembre del año pasado, que se terminó descansando hasta 5 minutos... pero lo que verdaderamente no entiendo es porqué no se tomaron media hora de descanso.