jueves, 4 de julio de 2013

A ver, Mariano, di “Bárcenas”, hombre, que no pasa nada


A ver, Mariano, di Bárcenas, hombre, que no pasa nada. Venga, vamos a intentarlo: la b con la a… 

El refranero cuenta con un generoso repertorio de frases que ponderan las ventajas del silencio y que Rajoy, con su memoria de opositor, debió aprender bien en su día: “no hables a menos que puedas mejorar el silencio”,”uno es prisionero de lo que dice y propietario de lo que calla”… Registrador de la propiedad como es, debe archivar las escrituras de sus silencios para sacarlas, como todo aplicado especulador, cuando cree que puede obtener la mayor rentabilidad. 

En silencio aguantó Mariano carros y carretas cuando perdió en 2004 sus primeras elecciones. En 2008 volvió a perder, hizo amago de tirar la toalla pero optó por continuar… callado. Cuando, tras ganar en 2011, dio a conocer los nombres y apellidos de los “agraciados” que iban a ser miembros de su gobierno, nada más leerlos dobló el papel y desapareció sin hacer el más mínimo comentario. 

Cuarenta días tardó en comparecer de nuevo y lo hizo en Bruselas tras varios viernes en los que sus ministros ya nos habían revuelto los ánimos y las tripas con recortes, subidas de impuestos, eliminación de derechos y anuncios apocalípticos. Admitió que no iba a poder cumplir el programa con el que había ganado las elecciones y convirtió en pareja de hecho el silencio y el cinismo, las dos características que definen su proceder habitual desde entonces. 

No es que ahora se niegue a pronunciar la palabra Bárcenas. Es que lleva casi veinte meses sin coger jamás ningún toro por los cuernos, escapándose por los garajes, eludiendo comparecer, dejándole los marrones a sus ministros, legándole a la historia hallazgos como la “plasmaconferencia” de prensa… y callando. 

Callar está bien si a cambio escuchas. El silencio solía tener buena prensa hasta que hemos visto usarlo a Rajoy. Su manera de callar reviste carácter de desprecio hacia sus empleadores, que somos todos los ciudadanos que lo hemos puesto ahí democráticamente y a quienes nunca escucha. Es nuestro servidor, pero él solo sirve a Alemania. Se debe a nuestros intereses, pero nos machaca para complacer a bancos y empresarios y además tiene la caradura de explicarnos, cuando se decide a abrir la boca, que es por nuestro bien, que ya veremos cómo empezamos a mejorar pronto. Su manera de reaccionar ante todo lo que rodea al escándalo Bárcenas, su ruidoso silencio ante las indignadas invectivas de su decepcionado predecesor son actitudes más propias de un talante cobarde que calculador. 

Ser pusilánime y tener poder es un cóctel explosivo y por lo visto también una práctica contagiosa como lo demuestra el hecho de que la lenguaraz Aguirre, tan suelta ella siempre en foros y cenáculos varios, no se atreva ni a nombrar al ex tesorero Bárcenas en la primera reunión de los prebostes del partido tras el encarcelamiento del simpático -según los presos que lo acompañan- millonario suizo. 

Bárcenas. Se llama Bárcenas, ¿verdad, Mariano? Si os cuesta trabajo pronunciar su nombre, yo tengo una amiga logopeda que os puede ayudar. A ver, venga, vamos a intentarlo una vez más: la b con la a…

J.T.

martes, 19 de julio de 2011

El País "celebra" el 18 de julio


A la fecha nos encontramos con un país amenazado de ruina (atrapado en la vorágine de los mercados financieros desatada sobre Europa),

sin perspectiva,

con serios problemas de cohesión social y aun territorial,

en el que cunde la desilusión entre los ciudadanos sin distinción de ideologías o de clase social.

Existen motivos más que fundados para la intranquilidad,

El sendero hacia la nada ... viene siendo recorrido a trompicones también por España,

la pérdida de confianza en la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero parece irreversible.

La crisis no es solo económica, sino también, y acaso sobre todo, política.

Hace ya mucho que las respuestas del presidente del Gobierno a los desafíos a los que se enfrenta España apenas merecen crédito alguno por parte de los ciudadanos.

Su incapacidad en la gestión, los magros resultados de las reformas apenas incoadas, más el lastre y la impotencia de una legislatura agónica auguran un deterioro imparable al que resulta imprescindible poner fin cuanto antes.

Si de verdad Rodríguez Zapatero quiere rendir un último servicio a su país, debe hacerlo abandonando el poder cuanto antes.

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La crisis no es solo económica, aunque sus efectos sobre el aumento del paro y el descenso de nivel de vida de las gentes sean los más inmediatos y dolorosos, sino también política y de convivencia.

La falta de liderazgo,... no hará(n) sino prolongar la decadencia de una realidad insostenible.

Sobresale el distanciamiento entre la clase política y los ciudadanos, no solo en los regímenes dictatoriales o autoritarios, sino en democracias más o menos consolidadas.

Mientras el país confronta la amenaza de ruina, se desvanece la cohesión territorial y aumentan los conflictos sociales.

La pérdida de confianza en la gestión del actual presidente del Gobierno es clamorosa dentro y fuera de España.

José Luis Rodríguez Zapatero debe de una vez por todas abandonar su patológico optimismo y renunciar al juego de las adivinanzas.

Los titubeos, las dudas y los aplazamientos a que nos tiene acostumbrados son la peor de las recetas para una situación que reclama medidas de urgencia. Su deber moral es anunciar cuanto antes un calendario creíble para el proceso electoral. Solo así podrán los españoles soportar la levedad del ser.

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Todo esto lo ha escrito el periódico de Cebrián en su editorial, con llamada en portada, y Cebrián mismo en la página 25.

Todo esto aparece en la edición de "El País" de este lunes

De este lunes, 18 de Julio. ¿No es maravilloso?

J.T.

domingo, 17 de julio de 2011

Jaque mate al periodismo impreso


R. Murdoch y su recién detenida mano derecha

La promoción del llamado kiosco digital (posibilidad de consultar decenas de periódicos y revistas en tableta digital por un módico precio) ha coincidido en el tiempo con el descubrimiento de toda la bazofia en la que se mueve el emporio mediático Murdoch y que este domingo ha desembocado en la detención de Rebecca Brooks, mano derecha de ese magnate que cuenta entre sus asesores con un tal José María Aznar González.

Por si el periodismo impreso no andaba ya suficientemente cuestionado aparecen estos días, y a la vez, dos lacerantes rejonazos: los vergonzosos métodos de trabajo de ejecutivos periodísticos sin escrúpulos por un lado y por el otro la irrupción de opciones tecnológicas que ponen en cuestión la necesidad del papel impreso para informarse.

Busco a conciencia, en los periódicos que aún sobreviven, argumentos que justifiquen la necesidad de comprarlos y se me ocurre que parecen empeñados en quitarnos las ganas a los incondicionales que aún insistimos en acudir cada mañana al kiosco.

Lo que cuentan los periódicos es cada vez más previsible y mucho menos interesante. Uno tras otro, busco temas propios por los que interesarme, reportajes, opinión, investigación, y llego hasta las páginas de deportes y televisión si haber encontrado nada.

Hago un segundo repaso. No, no me he equivocado. Temas propios: cero; reportajes: cero; opinión: sesgada; investigación (cuando la hay): inducida y torticera.

La parábola de la debacle la simboliza el turbio asunto Murdoch. Y el reconocimiento del fracaso lo evidencia la promoción del kiosco digital. El papel prensa parece tocado de muerte. Y en cuanto a los contenidos alguien, digo yo, tendría que hacer algo para que tanta tecnología no acabe ahogando lo que es la esencia del periodismo: ir a los sitios, ver lo que pasa y tomar buena nota para contarlo después lo mejor posible.

El periódico de ayer, nos decían en la facultad, sólo sirve para envolver el pescado de hoy. Ya ni eso.

J.T.

domingo, 10 de julio de 2011

Modesto homenaje a Facundo Cabral


Siempre escuché sus canciones, las interpreté a la guitarra en mil reuniones veinteañeras, cuando pude acudí a sus conciertos... No me puedo creer que lo hayan matado. Y menos de esa manera. Y en Guatemala... Leo lo que dicen que ha pasado, veo las fotos de su cadáver. Todo suena a película mala...

Quiero recordar aquí la letra de la composición más celebrada de uno de mis argentinos más admirados


NO SOY DE AQUÍ, NI SOY DE ALLÁ

Me gusta el mar y la mujer cuando llora
las golondrinas y las malas señoras
saltar balcones y abrir las ventanas
y las muchachas en abril

Me gusta el vino tanto como las flores
y los amantes, pero no los señores
me encanta ser amigo de los ladrones
y las canciones en francés

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad

Me gusta estar tirado siempre en la arena
y en bicicleta perseguir a Manuela
y todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad


Y también esta otra, que tuve la suerte de disfrutar tantas veces, una de las más recientes en la sugerente gira que paseó por tantos países junto a Alberto Cortez y que titularon "Lo Cortez no quita lo Cabral"



¡¡Uff!!, ¡qué palo!

J.T.

jueves, 30 de junio de 2011

Lo de Vasile empieza a ser directamente pornográfico


Yo no puedo entender, por más vueltas que le doy, que un chulo italiano nos esté vacilando como le sale de las narices a los profesionales de la comunicación de este país desde hace tanto tiempo.

No contento con inundar de bazofia la parrilla de su cadena, este desinhibido y desahogado italiano pontifica, cada vez más suelto y con más descaro, hasta superarse a sí mismo con el redondeo estos días de la más insólita de sus faenas: "Belén Esteban -ha dicho el ínclito prócer berlusconiano- es la precursora del movimiento 15M". Y se ha quedado tan pancho. ¿Se puede ser más friki?

Me niego a entrar en ningún tipo de argumentación que tenga la indignación como let motiv. Me niego a seguir el juego. Pero manda cojones. Hace meses, años ya, que observo de lejos la deriva de Tele 5 hacia el abismo sin salir de mi asombro.

Sí, sí, queridos he dicho hacia el abismo: por mucho dinero que ganen. Cuando pienso que ya se han pasado todos los pueblos posibles, vuelven a rebosar mi capacidad de asombro con un "más difícil todavía".

Lo de buscar paralelismos entre la impresentable indignación vital de la tal Esteban y lo que significa que cientos de miles de personas salgan a la calle para porotestar porque no tienen trabajo y los bancos los están asfixiando me parece literalmente de juzgado de guardia.

Tanta impunidad me indiga hasta tal extremo que me da miedo que este desprejuiciado de Vasile acabe comparándome con su protegida favorita.

J.T.

miércoles, 29 de junio de 2011

10 motivos para no abandonar el periodismo



1. Es lo que quieren, luego no

2. Lo complicado es más interesante

3. Es el mejor oficio del mundo sí o sí

4. En ningún otro trabajo pagan de manera más miserable ¡pero pagan por lo que te gusta hacer!

5. Ser testigo de lo que ocurre es un privilegio

6. Actúa como freno a la impunidad de los poderosos, a pesar de todo

7. Porque, dado que peor ya no nos puede ir, esto tendrá que mejorar algún día

8. Para no darle el gusto a quienes esperan que nos rindamos más pronto que tarde

9. Porque sólo permaneciendo se puede pelear para que las cosas cambien alguna vez

10. Porque huir es de cobardes

J.T.

domingo, 26 de junio de 2011

Laura Palmés (1954-2011)


Todavía me dura el escalofrío que ha recorrido toda mi columna vertebral cuando me he enterado de la muerte de Laura Palmés: tres minutos largos ya desde que lo he leído hasta que he abierto el ordenador y me he puesto a escribir.

La carne de gallina se resiste a desaparecer porque, aunque hacía muchos años que Laura estaba malita, que acabe ocurriendo lo inevitable es algo siempre muy difícil de asimilar.

Conocí a Laura, allá por 1971 en el monasterio de Sant Cugat del Vallès, en las aulas que la recién nacida facultad de Periodismo había habilitado para nuestros estudios mientras acababan de construir en Bellaterra su emplazamiento definitivo en las dependencias de la Universitat Autónoma de Barcelona.

Periodismo se acababa de convertir en carrera universitaria y pertenecíamos a la primera promoción: con Silvia Atienza, Asumpta Sòria, Maria Eulàlia Massana, Ramón Colom, Jordi Palarea, José Luis Erviti, José Luis Gómez Mompart o José Manuel Pérez Tornero entre tantos otros...

Éramos apenas cincuenta adolescentes que escuchaban boquiabiertos, hace ya cuarenta años, las magistrales lecciones de Román Gubern, Manuel Vázquez Montalbán, Josep Maria Cadena, Josep Pernau, José Luis Martínez Albertos, Mar Fontcuberta, Miquel de Moragas, Josep Maria Badia...

Recuerdo a Laura y su contagiosa vitalidad en aquellos irrepetibles años. Cuando finalizamos la carrera continuamos viéndonos porque los dos estuvimos trabajando durante bastante tiempo en Televisión Española. Conversar con Laura siempre era interesante y enriquecedor, y nunca faltaban esos guiños cómplices que te hacían sentir cómodo en su compañía.

Antes de cumplir los cuarenta le diagnosticaron la terrible enfermedad: esclerosis múltiple. La seguí desde entonces en silencio y a distancia: su novela "Darrera les palmeres" que Edicions 62 publicó a mitad de los noventa, sus premiadísimos reportajes, sus escasas apariciones públicas y entrevistas en medios, su personaje en "Mar Adentro" interpretado por Belén Rueda...

Hoy me entero de su muerte y me dispongo a hacer un largo receso en señal de luto por alguien a quien tuve la fortuna de conocer en unos años deslumbrantes y con quien compartí momentos políticos, académicos, intelectuales y periodísticos que nos marcaron para siempre a todos los que pasamos cinco años de posfranquismo sentados en los pupitres de las mismas aulas universitarias.

Un tiempo repleto de vigor, de vida plena en una época que yo creo nos definió a todos los que componíamos aquel grupo y que nos marcó y nos unió ya para siempre. Unos años repletos de esa vida que este jueves se le escapó a Laura y por quien, antes de dedicarle en la soledad de mi hogar sevillano un largo rato de recuerdo en silencio, quiero brindar con mis mejores deseos mientras me voy enjugando unas lágrimas que ni puedo ni quiero evitar.

Un beso enorme, querida Laura

J.T.