lunes, 30 de noviembre de 2009

La habilidad de Facua para hacer imprescindible su presencia en los medios



Tortazos se darían muchos políticos que yo me sé por tener el predicamento mediático con el que cuenta la asociación de consumidores Facua.

Desconozco si en Facua llevan la cuenta, pero creo no exagerar nada si aventuro que el personaje que más aparece en los informativos como azote de abusos de consumo es un entrañable y modesto sevillano llamado Rubén Sánchez, portavoz nacional de la organización de consumidores.

Rubén Sánchez

A favor de Rubén y de los gestores de esta asociación hay que decir que desde sus humildes pero eficaces instalaciones tienen en jaque a empresas de automóviles, telefonía, juguetes, transporte, mercados y mercadillos varios, agencias de viaje, servicios de atención al cliente... Todo gracias a un trabajo constante y pertinaz y a una excelente capacidad de convocatoria que hace prácticamente ineludible acudir a sus reclamos.

Todo lo que rodea a los teléfonos móviles está en el punto de mira de Facua

Las marcas de leche son escrutadas con lupa

Los juguetes que aumentan de tamaño con el agua son peligrosos a juicio de Facua

Los cochecitos de bebé también están vigilados por la asociación de consumidores

Estos caramelos no le gustan a Facua

Tiene Facua su sede central en Sevilla y quienes los tratamos con cierta frecuencia no podemos más que descubrirnos ante su habilidad para vender con alta eficacia cualquier tipo de moto, dicho sea con el mayor cariño.

Siempre están dispuestos cuando requieres su ayuda, siempre ofrecen datos, siempre tienen tema. Incluso diría que generan más temas que muchas redacciones de medios.

Saben hacerse interesantes. Y en su sede, raro es que los asuntos que denuncian no convoquen media docena de cámaras dispuestas a encontrarle un hueco incluso en muchos informativos nacionales.

Trabajan además una página web que es un verdadero servicio público y han conseguido convertirse en el azote de todas aquellas empresas que abusan del desconocimiento que los consumidores suelen tener de sus derechos.

Lo dicho. Bastante más eficaces que muchos políticos que después de años y años de función pública todavía no han sabido encontrar –por soberbia o por dejadez- la piedra filosofal para que, como sucede con Rubén Sánchez portavoz de Facua, su familia los vea en los informativos de la tele.

Chapeau, amigos de Facua.


J.T.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Apuntes de periodismo, 2. El editorial conjunto de doce periódicos catalanes

El editorial conjunto titulado “La dignidad de Catalunya” que este jueves publicaron conjuntamente doce periódicos de esa comunidad autónoma pone en valor el insustituible y trascendental valor del periodismo impreso por mucha era Internet en la que estemos viviendo.

Que al acudir al quiosco una mañana el ciudadano pueda encontrar, en periódicos que discrepan a diario y mantienen posiciones absolutamente distintas, un editorial conjunto respaldado por todos tiene un valor cívico y social que a mi juicio engrandece el papel del periodismo y me reconcilia con este oficio.

Los mismos rotativos que a diario se dirigen a lectores con puntos de vista muy diferentes son capaces, cuando entienden que la ocasión lo requiere, de unir fuerzas y exponer de una manera conjunta una idea que les une.

Lo que los periódicos catalanes nos dicen a todos los demás españoles con la iniciativa de publicar un editorial conjunto es que algo grave está sucediendo con la lentitud –tres años largos ya- del Tribunal Constitucional para dictaminar sobre el recurso de inconstitucionalidad que el pp interpuso contra el Estatuto de Autonomía catalán tras ser aprobado éste por las cortes generales, el parlamet de Catalunya y los ciudadanos catalanes en referendum.

Recuerdo varios editoriales e iniciativas conjuntas por parte de rotativos distintos desde que vivimos en democracia.

Lo recuerdo cuando la matanza de los abogados laboralistas de Atocha, asesinados a sangre fría por fascistas que irrumpieron armados en su despacho de trabajo (enero del 77); recuerdo la unanimidad de los periódicos también tras el intento de golpe de Estado de Tejero and company el 23 de febrero del 81; también cuando eta asesinó al compañero José Luis López de Lacalle en mayo de 2000…

Ahora toca Catalunya. No hay muertos ni violencia en este caso, afortunadamente. Pero algo grave está sucediendo. Algo grave está sucediendo cuando quienes reflejan el punto de vista de la mayoría de los catalanes -números cantan- ponen el grito en el cielo de esta manera.

Siempre han tenido un sexto sentido los catalanes, en este caso los periodistas catalanes, para detectar amenazas y peligros y en consecuencia ponerse a la faena y actuar con rapidez para intentar evitarlos.

Es un toque excelente el que han dado con este editorial conjunto. Un toque en libertad. A quienes los acusan de presionar al Tribunal Constitucional me permito recordarles que la presión, sentirse presionado, es un problema de quien se deja presionar y no de quien, ejerciendo el derecho a la libertad de expresión, es acusado de presionar.

Los periódicos catalanes nos han dado una histórica lección de periodismo en libertad y nos han hecho mantener la esperanza a quienes, compartiendo y asumiendo que el futuro se llama Internet, pensamos que el periódico impreso siempre jugará un papel muy difícil de sustituir.

JT.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Periodismo comparado


Día histórico el de ayer en Andalucía. Revestido de toda solemnidad, en el patio central del Pabellón de Marruecos en la Expo sevillana del 92 que ahora es sede de la Fundación Tres Culturas, gobierno autonómico en pleno, patronal y sindicatos estaban presentes en la firma del VII Acuerdo de Concertación Social andaluz.

Titular de El País: “Junta, patronal y sindicatos sellan la concertación entre las críticas del PP”
Titular de El Mundo: “La firma de la séptima concertación se suma al fracaso de las seis anteriores”

Los dos periódicos desarrollan esta información en sus respectivos cuadernillos de Andalucía y en página par. Los dos llevan esta foto, de Alejandro Ruesga en El País y de Begoña Eibar en El Mundo, a cuatro columnas.

De izquierda a derecha Manuel Pastrana (UGT), José Antonio Griñán, presidente andaluz, Santiago Herrero (presidente de la CEA) y Francisco Carbonero (CC OO)


Subtitular de El País: “El presidente de los empresarios replica que no es una paz social pagada”

Subtitular de El Mundo: “La paz social costará 19.000 millones de euros y ya no se plantea ni objetivos concretos”

Pasamos al interior de la información y escogemos un par de párrafos: El País: “El PP se quedó ayer solo en Andalucía, una vez más”; El Mundo: “… nuevo pacto que sumará 19.000 millones de euros a los más de 109.000 millones que lleva dilapidados ya esta modalidad de paz social…”; El País: “el presidente de la CEA… indicó que los partidarios del modelo derrotado por la crisis no entenderán nunca este acuerdo”; El Mundo: “En un discurso de carácter defensivo Herrero (presidente de la Cea) rechazó que el dinero vaya a subvencionar a la organización empresarial…”

Benditas diferencias de óptica. Brindo porque existan siempre. En el ejercicio libre a la hora de exponer diferentes puntos de vista está el futuro de nuestro oficio, nuestra garantía de supervivencia. Eso sí, la información de El País está firmada y se puede encontrar en la red. La de El Mundo aparece sin firmar en la edición impresa y, al menos yo, no he sabido encontrarla en la digital.

J.T.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Trabajadores fijos o contratados: la gran discriminación

En un panorama laboral con decenas de tipos de contratos diferentes para los sindicatos, o mejor, para los comités de empresa, existen sólo dos tipos de trabajadores

Uno: Los fijos, cuyos intereses defienden a muerte.

Dos: Los que no son fijos (ya sean contratados por obra, a tiempo parcial o meros colaboradores) a los que en todo caso se plantearán defender cuando la suerte les ponga en el camino un abogado que los haga fijos.

No existe mayor discriminación (y bien que siento decirlo así porque he tenido y tengo muchos amigos sindicalistas) que la de las secciones sindicales de las empresas, y no digamos ya si la empresa es pública.

Un fijo de una empresa pública tiene un seguro en su vida, no ya por ser fijo que también, sino porque los sindicalistas harán por él todo el trabajo sucio que sea necesario.

A cambio de pelearse en su nombre con la empresa de turno les pedirán bien el voto bien secundar una huelga de vez en cuando. Hasta ahí.


El no fijo que se dé por jodido. Si acude al comité pueden ocurrir dos cosas

Una: Que con la mayor amabilidad le digan que no sabe cuánto lo sienten, pero que ellos no pueden hacer nada para luchar por sus derechos porque "el mundo es así y no lo han inventado ellos".

Dos: Que lo manden directamente a tomar por culo, adornado quizás con que lo sienten mucho pero que te busques la vida, vamos, como sepas y puedas porque no eres de los suyos.


Si encima hablamos del mundo de la comunicación, entonces ya es la repera: En una misma cobertura informativa pueden coincidir redactores y cámaras de pitiminí (con camisas y zapatos de marca, tiempo libre a mansalva y siempre haciendo cuentas del montón de días que tienen pendientes de librar) con verdaderos pringaos vestidos de mercadillo para los que no existen horarios ni vida privada y tienen siempre colgada sobre sus cabezas la espada de Damocles de un contrato que en el mejor de los casos les vencerá a los seis meses, todo ello para ganar mil euros mal contados al mes sin pagas extras ni festivos ni dietas ni la madre que los parió.

Hablo del mundo de la comunicación porque es el que más conozco, pero doy fe de que esto sucede igual entre los entrañables “compañeros del metal” dependiendo de si son contratados directos o subcontratados, ocurre también en el mundo de la minería, en los astilleros, en las refinerías, entre los conductores de autobuses fijos o contratados… no hay sector que se salve.

Lo dicho: hay dos tipos de trabajadores, dos subclases sociales (una más subclase que la otra) entre los currantes: Aquellos a quienes amparan los comités de empresa y aquellos que ya pueden darse con un canto en los dientes cada vez que consiguen que les renueven un contrato.

J.T.

viernes, 20 de noviembre de 2009

No diga político, diga "previsible"

Lo pensaba el otro día durante una rueda de prensa en la que comparecían en Sevilla sindicatos, empresarios y consejera de economía andaluces: Previsibles, esa es la palabra.

No hay nada más previsible que un político o un representante institucional delante de un micrófono. Sea en un mitin, en una rueda de prensa o en una comparecencia de cualquier otro tipo, puedes escribir casi literalmente con antelación lo que van a soltar.

Representantes de la patronal, sindicatos y gobierno andaluz

Muy pocos se saltan el guión. Y no siempre les compensa. Porque los titulares, lamentablemente, los tienen garantizados, incluso cuando recurren a la técnica -extendidísima por cierto- del encefalograma plano.

Pero quien se moja, aunque suele arañar titulares por tan insólito proceder, al final acaba arañado él también por su osadía.

Que se lo pregunten si no a Manuel Cobo o a Ignasi Guardans, víctimas en los últimos días de su originalidad.

Manuel Cobo

Cobo, segundo de Ruiz Gallardón en la alcaldía de Madrid, dijo que algunas de las cosas que hacían los de Espe (Esperanza Aguirre, todavía presidenta de la Comunidad de Madrid) eran “de vómito”, consiguió así que titularan sus declaraciones a cuatro columnas en la primera página de El País, y acto seguido le endiñaron en su partido una maravillosa sanción por “bocazas”.

O que se lo digan si no a Ignasi Guardans, director general de cine, quien también en el El País pero algunos días después, concretamente el domingo pasado soltaba todo lo que muchos pensamos sobre los festivales de cine en España. Pues nada, por decir lo que siempre se desea pero nunca se espera de un político, algo aparentemente audaz pero sólo aparentemente, es decir, por no ser del todo “previsible”, ha tenido que envainársela y hasta pedir perdón “por las formas”.

Ignasi Guardans

Así que nada, chicos, colegas todos: nos toca continuar chupándonos interminables e infumables comparecencias de políticos que llenarán cientos de minutos de cinta grabada para no decir nada. Luego vamos nosotros y ese nada lo contamos adornado de más nada. Y así sucesivamente.

El día que tras soltar cosas insulsas en una convocatoria se encuentren sin nadie, el día en que vayan mendigando un total por las esquinas en lugar de escudarse en sus jefes de prensa para eludir micrófonos “amenazantes”, ese día otro gallo nos cantará.

A nosotros y a ellos, que a lo mejor deciden trabajar un poco para tener algo interesante que decir.

J.T.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Cuando lo que tú ves tiene menos importancia que lo que los jefes piensan que tienes que ver

¡Qué puñetera es la realidad, que siempre se empeña en estropearle buenos titulares a tanto colega imaginativo como tengo por ahí!

Mi compañero Alberto y yo nos hemos pasado la mañana buscando como locos a sevillanos cabreados a quienes el rodaje de “Knight & day”, película protagonizada por Tom Cruise y Cameron Díaz que ha tenido cortado el centro de Sevilla este lunes entre las siete de la mañana y las seis de la tarde, les estuviera jodiendo la vida.



Boletines y gacetillas mañaneras reseñaban grandes cabreos que nosotros nos proponíamos documentar -¡qué pena!- sin éxito alguno.

He visto, eso sí, gente sorprendida, o curiosa, apresurados que preguntaban preocupados a los policías que impedían el paso cuál podía ser el camino más corto para llegar a su destino.

Pero en todo caso, las resignaciones y contrariedades con las que nos hemos encontrado estaban muy por debajo de las de quienes por ejemplo, sin gustarle la semana santa sevillana, han de soportar en primavera que la ciudad esté literalmente tomada por las cofradías durante siete días cada año.









Entre vallas, disparos y escenas de persecución con los dobles de los protagonistas huyendo en moto por la avenida de la Constitución, algún exaltado profería exabruptos contra el alcalde y algún que otro “friki” ensayaba conatos de histeria cuando veía una cámara de televisión.




Pero lo cierto es que por lo general la gente estaba bastante relajada. Ni siquiera los comerciantes (hablo de la media) parecían estar de los nervios. De hecho la productora de la película de Cruise y Cameron ha anunciado compensaciones económicas, algo que en las tiendas nunca soñaron durante tanto corte por obras como han sufrido durante los últimos años.

En siete millones de euros largos se ha calculado lo que el rodaje dejará en Sevilla. Tres mil extras, uno de los noviembres con mayor ocupación hotelera en la historia de la ciudad... Pues ni así: este lunes, para los periodistas, lo que tocaba era la búsqueda del sevillano cabreado. Porque esa tenía que ser la noticia sí o sí.

Y mire usted por dónde, una vez más la realidad se sigue empeñando en estropear titulares.

J.T.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El éxito de Rosa María Artal el 9 de noviembre del 89



Los periodistas a los que nos gusta el oficio nos metemos en él por lo general porque tenemos vocación de testigo.

Suelo repetir a quienes me soportan a diario que supone un verdadero privilegio poder estar en los sitios donde pasan las cosas, y así ver y escuchar en persona lo que luego hemos de contar a los demás.

Somos testigos privilegiados de las cosas que pasan, sí. Y por eso es tan importante estar en los sitios y no elaborar las informaciones desde la redacción. Por eso es tan importante contarlo con la mayor objetividad posible, con la mayor honradez. Sin juicios de valor, sin adjetivos, pero con precisión. Las palabras, como las imágenes, son siempre manipulables. Y de ahí la importancia de nuestro trabajo. Importante para desempeñarlo con la mayor responsabilidad posible, no para presumir, aunque de fantasmas está lleno el oficio.

De fantasmas, de envidias, de zancadillas, de agraviados malencarados… Este lado oscuro de nuestro estupendo oficio lo sufrió mi más que querida amiga Rosa María Artal hace 20 años en Berlín.

He dejado que transcurrieran unos días desde el 9 de noviembre para contar la parte de la historia que yo conozco de primera mano.



Como periodista, Rosa tuvo aquellos días de noviembre del 89 un verdadero golpe de fortuna: estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado. Ella y tres compañeros más de Informe Semanal, Laureno, Makoki y Angel Pedro habían obtenido el día 8 un visado para trabajar en Berlín Este. Cuando se despertaron aquel nueve de noviembre en un hotel de la todavía Alemania oriental no podían imaginar que estaban a punto de ser testigos –y protagonistas en cierto modo- de una jornada de la que probablemente se hable en los libros de historia durante muchos siglos.

Como ocurre en la vida normal, donde por muy cinematográfica que sea una vivencia no suele haber música ni efectos especiales, lo que pasó aquella noche en el puente de Bornholmer podríamos decir que fue prosaico, incluso soso en el momento clave: Rosa y sus compañeros, acompañados por el embajador de España en Alemania del Este, estaban en la frontera haciendo “totales” (tomando declaraciones) a los primeros alemanes orientales que iban llegando al paso fronterizo cerrado a cal y canto desde hacía más de 28 años. Y en medio de un total…. una puerta se abre. Sin aspavientos, sin alharacas ni música previa. Se abre la puerta y la gente comienza a pasar como si lo hubieran estado haciendo toda su vida. Eso sí, entre el miedo, la desconfianza, un cierta conciencia de riesgo y bastante incredulidad. De pronto parece que se puede atravesar la doble valla sin problema y nadie dispara, nadie lo prohíbe, pero… ¿será posible?. Los primeros gritos de alegría tardan en producirse porque nadie acaba de creérselo. Y cuando empieza a resultar evidente que lo que está sucediendo no es normal, Rosa y Laureano enhebran sobre la marcha una atropellada pero emocionante salidilla (testimonio gráfico de la presencia del reportero en el lugar de los hechos). Cuando la salidilla está hecha, el chek point charlie y otros puestos fronterizos aún permanecen cerrados. Poco rato, pero los berlineses orientales que estaban con mis amigos fueron los primeros en pasar al otro lado de la ciudad.



Rosa y sus compañeros sabrán con el paso del tiempo que han sido testigos privilegiados de un momento único.

Las envidias, los conflictos de competencias, la propensión a hacer siempre complicado lo fácil que parece existir en este oficio –más aún en televisión española- hizo que al privilegiado equipo de Informe Semanal que encabezaba mi querida Rosa nunca le fuera posible capitalizar este éxito informativo como hubiera correspondido. Algo tuvo que ver en todo aquello el entonces corresponsal de televisión española en Berlín, de cuyo nombre no quiero acordarme. Además Rosa, siempre tan elegante, cuenta en su blog que ha llegado la hora de olvidar.

El caso es que han tenido que pasar veinte años para que a Rosa y a sus compañeros se les haga justicia. No es que a ella le importe mucho, porque la conozco y lo sé. Pero resulta poco comprensible la falta de nervio, de “trempera” que tuvieron los que entonces mandaban en la tele para capitalizar e incluso rentabilizar un asunto como éste. Se trataba de un éxito periodístico pero… qué pena . No murió nadie. No me cabe la menor duda de que si aquello hubiera acabado mal, si a algún guardia se le hubiera escapado un solo tiro y alguno de nuestros compañeros hubiera tenido un percance entonces sí, entonces todo hubiera tenido un mérito enorme.

J.T.

martes, 10 de noviembre de 2009

Periodistas parados. Without comments

5.155 periodistas inscritos como parados


periodistasLos periodistas inscritos como parados ya suman la escalofriante cifra de 5.155, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal, incluidos dentro del avance del Informe Anual de la Profesión Periodística 2009 elaborado por la APM, superando en 1.908 la cifra de hace un año. A esto hay que sumar los periodistas que trabajan en otra profesión, los que ejercen pero buscan algo mejor y los estudiantes de periodismo que demandan empleo, y el número es aún más impactante: 6.668 demandantes de empleo, frente a los 4.374 del año pasado.

Esta previsión ya la hacía Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid cuando se presentó el Informe Anual de la Profesión Periodística hace un año. Aquel apuntaba que ya eran más 2.000 los periodistas parados, que en poco tiempo se alcanzarían los 3.000 y que el futuro, lejos de mejorar las perspectivas, sería aún más crudo para el periodismo llegando a ser hasta 5.000 los periodistas en situación de desempleo.



*Estudiantes, precariodistas y parados



Madrid es la Comunidad con más periodistas parados, con un total de 1.981 registrados, seguida por Andalucía, con 605 y Cataluña con 566. Cabe destacar que en Madrid es donde se concentra el 50% del empleo periodístico de España. Urbaneja opina que los trabajos perdidos tienen pocas posibilidades de recuperarse a corto y medio plazo y que este fenómeno va a empujar a una mayor precariedad y a un precio inferior por el trabajo.

El Informe refleja además que pese a estos datos, las Universidades se siguen llenando. En 2009, se licenciaron 2.550 periodistas. En total, desde 1976 hasta hoy, de las facultades españolas han salido 69.117 licenciados en Periodismo. De ellos, la mitad obtuvo su título en los últimos once años (en concreto, 35.037 titulados desde 1998). El profesor de la Universidad de Málaga Pedro Farias, quien elabora este Informe Anual de la Profesión Periodística para la APM, cree que esta cifra es a todas luces desmesurada.

'España tiene casi el doble de egresados anualmente que Francia o Alemania, países que prácticamente nos doblan en población. Por ejemplo, frente a los casi 70.000 licenciados españoles, de los que ejercen actualmente la profesión periodística algo más de 25.000, sólo hay 11.000 periodistas en Polonia y 16.000 en Italia' explicó Farias.


Fuente: PR Noticias


Por la transcripción (está mal escrito pero prefiero dejarlo como lo he encontrado a pesar de lo difícil que me resulta mantener los chirriantes gerundios...)


J.T.



jueves, 5 de noviembre de 2009

El periodismo consiste en contar historias

Cada vez somos más y el caso es que se nota poco.

Cuando murió Franco faltaba un año para que saliéramos de las facultades los que pertenecíamos a la primera promoción de Periodismo como carrera universitaria.

Eso significa que durante la llamada transición nacimos para el oficio las seis primeras generaciones de periodistas universitarios. Pipiolos analfabetos a quienes los maestros de entonces nos daban sopas con ondas sin moverse del asiento.


Habíamos salido de Bellaterra en Barcelona y de Madrid que eran las dos únicas facultades de entonces (perdón, estaba también la del opus en Navarra) y tendíamos a creernos importantes por el momento que estábamos viviendo y la oportunidad que teníamos de contarlo. Pero aún así todavía resuenan en mis oidos las diatribas de aquellos entrañables veteranos del diario "Pueblo": esto de la política, chicos, -nos decían- está muy bien ahora, pero el periodismo consiste en contar historias. Que no se os olvide nunca.

Nos lo decían a los cuatro gatos universitarios pretenciosos de entonces. Treinta años después, tenemos docenas de facultades y miles de ingenuos y engañados licenciados al año que sueñan con ser Ben Bradley, pero a los que cada vez les cuesta más abrirse paso incluso de becarios.


Para abrirse camino creo que sigue vigente la receta de mis primeros maestros, que nos hablaban de contar una historia como fin último del periodismo en una época en la que apenas había jefes de prensa en ayuntamientos o autonomías (ni siquiera existían las autonomías) y en la que no todo el mundo sabía qué puñetas era un gabinete de imagen.


De aquel blanco y negro de linotipias y televisores únicos hemos pasado a la tdt, internet, móviles y satélites por un tubo. Y ¿qué historias contamos ahora por lo general los periodistas en nuestros medios? Pues gilipolleces: peleas de políticos, dimes y diretes varios sin sal alguna, ruedas de prensa.,convocatorias, remitidos de agencias de prensa y agencias de comunicación...

¿Pero historias? ¡Uf! Eso cuesta tiempo, desplazamientos y dietas. Así que a tirar de teletipo, niño, que hay que ahorrar.

Por eso me ha reconfortado tanto la historia del autobús de Barcelona. Seguro que la recordáis: Una viajera que no sabía que estaba enferma y a la que se le acerca otra pasajera para decirle que vaya al médico, que ella cree que tiene algo malo pero que aún está a tiempo. Resultó ser verdad y la pasajera agradecida consigue encontrar a su benefactora para darle las gracias porque contó su historia a una compañera de "La Vanguardia". Una historia de la que todos nos hicimos eco inmediatamente como no podía ser de otra manera.

Todos los días una historia, por favor, ¡que somos miles!

Aunque sea sólo una entre los cientos de emisoras de radio, periódicos de pago y gratuitos, revistas semanales, televisiones digitales o por satélite, codificadas y sin codificar, generalistas, locales...

Una historia al día, por favor.


J.T.