lunes, 30 de marzo de 2009

La tribu, 4. Paréntesis en el vertedero



Está siendo todo tan pesado, está todo lo que rodea al caso Marta del Castillo resultando tan tétrico y tan complicado - tan absorbente que a los al lado firmantes no nos permite ni actualizar el blog- que en las miles de coberturas que llevamos juntos se impone dejar constancia de tantos días de confraternización.

He aquí uno de los equipos-matriz que coincidimos a primera hora todas las mañanas desde hace ya muuuuuchos días: colegas de radio, de televisión y de unidades móviles posando para una foto de familia cerveza y pelota incluidos.

Hemos pasado días en el puerto de Gelves, centro de operaciones de la búsqueda del cuerpo de la joven en el Guadalquivir; en el Charco de la Pava, ribera cercana al lugar donde el presunto homicida afirmó en su primera declaración haberla tirado al río; en Argantonio tres, sede del domicilio de los padres de Marta; en León XIII setenta y ocho, lugar donde al parecer tuvo lugar el crimen; en los juzgados, cada vez que han ido a declarar implicados, hablando con abogados y fiscales; en la cárcel de Morón donde el dichoso Carcaño pergueñó un mosqueante intento de suicidio con misteriosa presunta carta de despedida incluida.....

Pero el lugar que se ha convertido en el "Lugar" con mayúscula es el vertedero de Alcalá de Guadaira, donde se busca a Marta desde que el dichoso Carcaño decidió cambiar su declaración y contar que había depositado el cuerpo en un contenedor de la calle Jorge de Montemayor, cercano a su casa.

Así que como el vertedero está siendo el Sitio, en el vertedero decidimos hacernos esta foto: Hemos procurado que no se huela nada -podemos describir los olores con todo detalle, pero si os parece lo vamos a dejar por hoy- y la verdad es que nos ha quedado un encuadre, junto a la móvil de Overon, que casi parece bucólico. Pero aunque no se vea estamos en el vertedero a la espera de la hora de los directos, hartos de intentar que nos cuenten novedades pero sin éxito.


Vemos en la foto arriba del todo a Antonio Hiraldo, de Overon, y a Antonio de Lavinia. En la fila de en medio, mi compañero Alberto está flanqueado por Manu y Alejandro, también de Overon. A Salomé la flanquean Alejandra de tve y Maribel de la Sexta. Abajo, a Paco Nevado de telecinco -el de la pelotita amarilla- lo rodean Laura Lobo de AR y María de A3. Y junto a María están de izquierda a derecha Victoria y Raquel de telecinco, Rafa Toro de Lavinia e Inma de la cope.

Somos más del doble, pero nos sentimos estupendamente representados por los que aparecen aquí.








J.T.

lunes, 16 de marzo de 2009

La jornalera fiel


Ana es de Rumanía. Lleva seis años acudiendo a Lepe para recoger fresas. Seis años dejando atrás a un marido transportista y dos hijos universitarios que han llegado a serlo gracias al oro rojo onubense y la decidida fijación de una madre. La nueva fijación de Ana es conseguir dinero suficiente para que el chico pueda abrir una clínica dental en Bucarest.

A Ana lo que le gusta es restaurar muebles antiguos. Joyas de otros siglos e incalculable valor. Pero la destreza de sus manos para este oficio debe emplearla en los campos freseros. Devolver la belleza a nobles maderas, ajadas por el tiempo, no está bien pagado en la antigua tierra de pechenegos y cumanos. Y a pesar de ello, cuando tras la campaña vuelve a casa, se abandona a su pasión por unos cuantos leus.




Cerca de 5.000 agricultores se manifestaron ayer en Sevilla, como explica este video que presenta mi compañera Marta Reyero. La inmensa mayoría españoles. Acudieron en masa ante el llamamiento de los sindicatos CCOO y UGT. Sus dirigentes nos explicaron que, debido a la crisis, el campo se ha convertido en el sector refugio de los damnificados por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Los españoles quieren ahora volver al campo que abandonaron por el atractivo económico que suponía pegar un ladrillo tras otro. El oro rojo se depreció para la mano de obra española encandilada por otro oro, uno gris y caduco.


Ahora a los españoles les sobran los inmigrantes como Ana. En la finca donde trabaja, José Antonio, joven gerente de la empresa familiar, habla de la injusticia que eso supone. Me contaba, entre cous cous y cous cous bajo una jaima asfixiante, que inmigrantes como Ana han salvado el cultivo de la fresa cuando los empresarios onubenses no encontraban mano de obra ni debajo de las piedras. Ningún español quería trabajar eslomándose entre las fresas. Y cuando lo hacían, les dejaban tirados nada más empezar el buen tiempo para despachar tras la barra de algún chiringuito de temporada. Por no hablar del alto índice de absentismo.

Primero probaron con los gitanos portugueses, vecinos de frontera. Imposible hacerlos trabajar y las escaramuzas entre ellos eran continuas. Después vinieron los marroquíes. Hombres que abandonaban los campos en cuanto reunían lo suficiente para seguir su periplo hacia otra Europa. Caso solucionado ahora con los contratos en orígen.

Y llegaron las polacas, las búlgaras y las rumanas como Ana. Un bálsamo tras tanto desgaste. Y comenzaron a recolectar las fresas que nadie quería recoger. Ahora los españoles quieren sus puestos. Que Ana se vuelva a casa después de seis años de un trabajo que se ha convertido en el sustento de su familia.

Y que le den por culo a sus hijos, a la clínica dental de Bucarest y a la madre que la parió. Porque ahora los españoles, que dicen vivir de la caridad, quieren alimentar a los suyos con el trabajo que hasta ahora despreciaban.

sábado, 14 de marzo de 2009

Memoria histórica: los sociatas se acojonan





Mi compañero Antonio Avendaño ha dedicado una de sus brillantes columnas en Público a la clamorosa "marcha atrás" del Psoe en el Senado negándose a desarrollar la ley de memoria histórica con la valentía que se esperaba de ellos, es decir, con la firmeza que prometieron que lo harían.

Como este blog aspira a ser irreverente y, según algunos de mis allegados, tiende a ser hasta irresponsable, diré que mi amigo Antonio se ha quedado corto cuando dice que "hacer leyes en las que no se cree o se cree a medias o se cree únicamente cuando conviene acaba siendo un mal negocio legislativo, un pésimo negocio político y un feo negocio ético".

ZP ha tirado más p'alante que en su día lo hiciera Felipe en materia de memoria histórica, cierto, pero a la hora de la verdad se ha "achantao" o, sencillamente, se ha acojonado.



Cecilio Gordillo, el que más sabe en Andalucía de memoria histórica, nos tiene dicho a los que le seguimos y admiramos que los más renuentes a remover el pasado de la guerra civil son precisamente los ayuntamientos donde gobierna la izquierda.

He aquí, con el rechazo el miércoles en el Senado -psoe y pp unieron sus votos- de una propuesta de ley que instaba al gobierno a devolver a las víctimas los restos de sus antepasados fusilados, la más flagrante constatación.



En una palabra, que los socialistas se han aliado con el pp para no pagar aperturas de fosas y también han rechazado la propuesta de compensar a las familias de los vencidos en la guerra que en su día fueron expoliadas -es decir, que les quitaron todo lo que tenían, casas, tierras y trabajo- por los vencedores.

¿Qué temen los de izquierdas? ¿Cómo es posible que en muchos casos se alíen con los fachas y en algunos hasta pongan más cortapisas que los herederos de los vencedores para que quien quiera pueda enterrar de una vez a sus muertos como corresponde? ¿Qué disparates cometidos son los que quieren esconder unos y otros ?



Todo se ha hecho a medias, querido Antonio, llevas razón, con los muertos de la guerra civil. Lo único que se hizo a conciencia fue asesinarlos.

Me cuesta aclararme, lo admito. Y confundido, continúo preguntándome cuándo será posible tirar sin titubeos de todas las mantas posibles. O... ¿quizás no lo sea nunca?



J.T.

domingo, 8 de marzo de 2009

Los especuladores nos han dejado Andalucía como un colador





Tener tan buen clima, tantos kilómetros de costa y tanto terreno bombón es demasiada tentación junta.



Andalucía permaneció desheredada y olvidada durante los cuarenta largos años de fascismo franquista como castigo por haber sido tan roja en la guerra civil. Despoblada merced a tanto fusilamiento por una parte, y por otra por tanto abandono de quienes habiendo sobrevivido decidieron ganarse la vida lejos de aquí, esta tierra era un vergel olvidado hasta que nos hicimos europeos y autonómicos.





Nuestro patrimonio, que eran las playas, el sol y mucho espacio donde construir bonitos apartamentos y chalets empezó entonces a convertirse en un suculento bocado no sólo para suecos y noruegos carentes de algo similar en sus respectivos países sino para impresentables especuladores amantes del enriquecimiento fácil que, de tanto desmán urbanístico, han dejado durante los últimos años buena parte de nuestra estupenda geografía como un verdadero colador.



Las leyes de protección medioambiental llegaron tarde y aún así, alcaldes y concejales de todos los colores políticos se las han ido saltando a la torera al olor de ricas comisiones y sobornos que no supieron o no quisieron rechazar.



Desde Almería hasta Huelva, desde Ayamonte hasta Pulpí, con Marbella y sus aledaños como buques insignia de la cara dura, el panorama de la corrupción nos ha dejado muy tocados a los andaluces con casos como los de Alhaurín el Grande, Estepona, Ohanes y Alcaucín, que son los ejemplos más recientes de los que hemos tenido que informar desde esta delegación de provincias.

Costará bastante recomponerse. Mira por dónde, quizás a la larga habrá que agradecerle a este período de crisis que se haya paralizado tanto desmán.



Tenemos en esta etapa, con tanta obra parada, un estupendo paréntesis para poner orden. Para barrer bien muchos ayuntamientos, promotoras, despachos de abogados y de concejales de urbanismo, notarías... para levantar muchos colchones con billetes de quinientos euros en bolsas de plástico... Quizás así se salga del impasse con la firme determinación de sacarle a esta tierra el partido que merece.



Tanto en la agricultura como en la industria, y también en la investigación, Andalucía tiene mucho que decir y hacer. La apuesta por el conocimiento y por la actitud emprendedora parece que debe ser el camino y la imagen a transmitir, no la de alcaldes corruptos entrando y saliendo de los juzgados y de la cárcel por haber caído en las garras de tanto buitre carroñero de esos que han trufado nuestras costas y nuestras montañas de construcciones ilegales durante años.





Estamos empachados de actividades "económicas" que, como se empieza a comprobar, sólo eran pan para hoy y hambre para mañana. Bueno: pan para ayer más bien porque lo que es para hoy, con tanta obra parada, parece que queda poco que comer. O por lo menos poco de donde los especuladores de las narices puedan continuar llevándoselo crudo.




J.T.

sábado, 7 de marzo de 2009

Sobre los apocalípticos de la crisis



Mi amigo Pepe Morales es cordobés y currante nato. Lleva en el oficio menos años que yo, pero también unos cuantos, así que ha sido inevitable que a veces trabajáramos juntos formando equipo. Últimamente no tengo esa suerte y me tengo que conformar con llevarme una gran alegría cuando coincido con él en algún sarao. Pepe es reportero gráfico, cámara de televisión, pero él prefiere autodenominarse "aprietabotones".

Incluso cuando se cabrea, y a fe que se cabrea, Pepe lo hace con simpatía. Ahora está cabreado con los apocalípticos de la crisis.

- Mira, Juan, me decía el otro día, cuanto más traguemos el discurso de los agoreros de la crisis, cuanto más caigamos en la trampa y les compremos ese mal rollo, más verdad acabará siendo. Hay crisis -continúa Pepe- pero ¿cuándo no? Sí, cobro menos de lo que merezco, tengo una hipoteca amenazante, gastos por todos lados y miedo a quedarme en paro. Es decir: como siempre.

- Hay que salir y gastar -nos decía una amiga funcionaria cenando la otra noche. Quedarse en casa es seguirle el juego a los catastrofistas. Según la teoría de Nina, quien tiene un sueldo asegurado debe hacer que el dinero corra. No es el momento de quedarse en casa y ponerse a llorar. Es el momento de salir a la calle con más ganas que nunca. De no darles la razón a los predicadores del desastre.

Es verdad: tanta apología del miedo a lo que pueda pasar empieza a ser como mínimo un coñazo, un abuso, una manera de aterrorizar a ese ciudadano medio que ya de por sí sobrevive pillado por los huevos a diario entre el trabajo y las obligaciones familiares.




Los que nos han metido en esto no tienen derecho encima a acojonarnos más de lo que ya solemos estar habitualmente. Tanto antes cuando parecía que éramos ricos como ahora que parece que se acaba el mundo los pringaos seguimos haciendo siempre lo mismo: echando horas en trabajos mal retribuidos, pagando nuestras deudas como podemos y educando a nuestros hijos lo mejor que sabemos. Quien más quien menos ha pasado por el inem varias veces en su vida y quien más quien menos ha ido trabajando por lo general donde ha podido, no donde ha querido.

El cómun de los mortales nunca podemos permitirnos sacar los pies del tiesto. Ni antes ni ahora. ¿De qué nos hablan, pues? ¿Qué tenemos nosotros que ver con el maldito desastre global?



Lleváis razón, amigos Pepe y Nina. Que nos dejen en paz y que los que hayan montado este pifostio que espabilen de una puñetera vez y lo arreglen cuanto antes. Y si no lo saben arreglar, por lo menos que se dejen ya de tanto "que viene el lobo" y nos permitan disfrutar a gusto de los pocos o muchos polvos que aún nos queden por echar.




J.T.

martes, 3 de marzo de 2009

La moda de regalar tetas nuevas



- Papá ¿sabes que a Yaiza le han regalado sus padres una operación de pechos?

Así me lo espetó mi hija pequeña, trece años, este verano en la playa hablándome de una de sus amigas de pandilla algo mayor que ella.

Me quedé de piedra. Una de dos: o definitivamente me estoy quedando desfasado o nos hemos vuelto todos locos. ¿Cómo es posible que unos padres traguen por este tipo de caprichos de sus hijas cuando todavía son menores de edad y están en plena fase de crecimiento?

La responsable de sanidad andaluza, María Jesús Montero nos ha anunciado, y así lo hemos contado este martes en el informativo, la intención del gobierno autonómo de tomar cartas en el asunto. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un capricho, salvo en casos muy excepcionales, que conlleva además un importante porcentaje de riesgo.



En estos casos muchas veces hay efectos secundarios que por lo general se desconocen porque se trata de prácticas en el ámbito de la medicina privada... En el cinco por ciento de los casos, hay complicaciones leves y una de cada diez de esas complicaciones deja secuelas irreparables.

El decreto andaluz que nos ha explicado este martes la consejera de salud se propone proteger a los menores que se sometan a operaciones de cirugía estética: será necesario un examen sicológico en un centro distinto al del tratamiento y, si se tienen menos de 16 años, también hará falta la autorización de los padres una vez que hayan sido debidamente informados con detalle de todos los pros y los contras.



Es cierto que existen casos donde la cirugía plástica puede ser necesaria e incluso aconsejable por razones médicas. Algunos. Pero es que el porcentaje de intervenciones es altísimo: seis mil niñas menores de edad se someten al año en Andalucía a operaciones de cirugía estética como la de Yaiza, la compañera de pandilla veraniega de mi hija treceañera. Y en toda España la cifra llega a las treinta y ocho mil.



Tanto meterse con las modelos de pasarela, a quienes se les controla ya para que su peso esté dentro de unos mínimos, tanto criminalizar las tallas pequeñas, tanto cogérnosla con papel de fumar en tantas cosas... y por otra parte estamos viendo cómo niñas que todavía no levantan un palmo del suelo obtienen como premio, por ejemplo por aprobar el curso, que sus padres les paguen unos labios como los de Angelina Jolie o unas tetas como las de Pamela Anderson. ¡Ea!




J.T.

El desliz sexual de Zapatero

Que el que tiene boca se equivoca... Pero si es el presiente y está grabado la cuestión tiene guasa, por los menos para unas semanas. Éste es el desliz de Zapatero tras firmar un convenio de cooperación energética con Rusia. Y sí, si que es provechoso el acuerdo... al presidente le ha dado una energía... Así se fomenta cualquier relación ;-)


lunes, 2 de marzo de 2009

Las cajas andaluzas y las fusiones



Nos toca este lunes ocuparnos en los informativos del anuncio de fusión entre Unicaja y Caja Castilla La Mancha y, como quien no quiere la cosa, se me va la memoria a casi cincuenta años atrás.

El paisaje de los bancos en mi niñez almeriense se reducía al Español de Crédito -hoy Banesto- y al Central -hoy absorbido por el Santander-. Después llegaron el Bilbao y el Vizcaya (que ahora forman parte del BBVA). Y en esos cuatro bancos estaban depositados los pocos ahorros que se movían en mi tierra por aquel entonces.



Cuando fui cumpliendo años supe que los señores que mandaban en esos cuatro grandes bancos y quienes formaban parte de sus consejos de administración vivían, prácticamente todos ellos en Neguri, el barrio de los ricos en Bilbao.

Es decir: los beneficios del poco dinero que se movía en Almería iban a parar a los bolsillos de adinerados prohombres que residían en Neguri.

En toda Andalucía sucedía prácticamente igual. Estaban, eso sí, los Montes de Piedad y Cajas de Ahorro, entidades mangoneadas en un buen porcentaje por la iglesia católica y que tardaron bastantes años en ser algo más que refugio de exiguas cartillas de ahorro y lugares de empeño de alhajas para familias en apuros.




Todo empezó a cambiar con rapidez en la década de los setenta: los catalanes de la Caixa y los madrileños de Cajamadrid se convirtieron en entidades financieras potentes y se expandieron por todo el país. Las cajas andaluzas, por su parte, empezaron a espabilar y a fusionarse entre ellas, pero sin la fuerza suficiente para contrarrestar el peso específico en esta región de vascos, catalanes y madrileños.

Cuando llegaron los bancos extranjeros todo se aceleró, pero en Andalucía pudieron más las rivalidades provinciales -que si la sede de una caja andaluza única ha de estar en Málaga, que si ni hablar, que en Sevilla- y el camino empezó a andarse con excesiva lentitud.





De las catorce cajas de ahorro que llegó a haber en Andalucía, todavía viven cinco tras sucesivas y largas fusiones parciales. Las que quedan son la Caja de Jaén, Caja Granada, la cordobesa Cajasur (aquí la iglesia sigue teniendo mando en plaza), la sevillana Cajasol y la malagueña Unicaja.




Juntas serían increíblemente fuertes pero ¡ay!, los localismos y las rivalidades regionales mal entendidas llevan años entorpeciendo y ralentizando un proceso abierto en un terreno muy competitivo en el que es bien sabido que al que se despista se lo acaba llevando la corriente.




Este lunes Unicaja, con su presidente Braulio Medel a la cabeza, ha decidido tirar por la calle de enmedio y crecer al margen de sus "hermanas" andaluzas. Ha anunciado su fusión con Caja Castilla La Mancha, presidida por Juan Pedro Hernández Moltó, y ambos lo han hecho con los parabienes políticos de los mandamases de las dos comunidades y también con la anuencia de la autoridad monetaria, es decir, del Banco de España.




Los entresijos de esta historia ya los iremos conociendo con el tiempo. Pero de momento, celebrando lo que pueda tener de positivo, no deja de chirriar que una caja andaluza tenga que salir fuera de la Comunidad para crecer porque para hacerlo desde dentro no acabamos de entendernos.

Está claro que se nos ha olvidado nuestra propia historia: aquellos años en que los beneficios de nuestro dinero iban a parar a otros lares porque fuera sí sabían organizarse. Las cosas han cambiado mucho y para bien, es verdad, pero ¿cómo era el dicho? ¿algo así como que quienes olvidan su historia corren el riesgo de volver a repetirla? Pues eso.




J.T.