martes, 3 de marzo de 2009

La moda de regalar tetas nuevas



- Papá ¿sabes que a Yaiza le han regalado sus padres una operación de pechos?

Así me lo espetó mi hija pequeña, trece años, este verano en la playa hablándome de una de sus amigas de pandilla algo mayor que ella.

Me quedé de piedra. Una de dos: o definitivamente me estoy quedando desfasado o nos hemos vuelto todos locos. ¿Cómo es posible que unos padres traguen por este tipo de caprichos de sus hijas cuando todavía son menores de edad y están en plena fase de crecimiento?

La responsable de sanidad andaluza, María Jesús Montero nos ha anunciado, y así lo hemos contado este martes en el informativo, la intención del gobierno autonómo de tomar cartas en el asunto. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un capricho, salvo en casos muy excepcionales, que conlleva además un importante porcentaje de riesgo.



En estos casos muchas veces hay efectos secundarios que por lo general se desconocen porque se trata de prácticas en el ámbito de la medicina privada... En el cinco por ciento de los casos, hay complicaciones leves y una de cada diez de esas complicaciones deja secuelas irreparables.

El decreto andaluz que nos ha explicado este martes la consejera de salud se propone proteger a los menores que se sometan a operaciones de cirugía estética: será necesario un examen sicológico en un centro distinto al del tratamiento y, si se tienen menos de 16 años, también hará falta la autorización de los padres una vez que hayan sido debidamente informados con detalle de todos los pros y los contras.



Es cierto que existen casos donde la cirugía plástica puede ser necesaria e incluso aconsejable por razones médicas. Algunos. Pero es que el porcentaje de intervenciones es altísimo: seis mil niñas menores de edad se someten al año en Andalucía a operaciones de cirugía estética como la de Yaiza, la compañera de pandilla veraniega de mi hija treceañera. Y en toda España la cifra llega a las treinta y ocho mil.



Tanto meterse con las modelos de pasarela, a quienes se les controla ya para que su peso esté dentro de unos mínimos, tanto criminalizar las tallas pequeñas, tanto cogérnosla con papel de fumar en tantas cosas... y por otra parte estamos viendo cómo niñas que todavía no levantan un palmo del suelo obtienen como premio, por ejemplo por aprobar el curso, que sus padres les paguen unos labios como los de Angelina Jolie o unas tetas como las de Pamela Anderson. ¡Ea!




J.T.

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