Despidos en antena tres Andalucía

-Abrázame Juan, que estoy muy sensible.

Mi compañera Salo se me acerca tristona mientras hacemos guardia a la puerta de los juzgados de Sevilla, a la espera de que finalice el desfile de implicados en la desaparición y muerte de Marta del Castillo.

Está muy afectada mi Lois Lane particular porque acabamos de enterarnos que han despedido a tres compañeros de antena tres andalucía: Son Rocío, Tania y Paco Moreno. Con Rocío coincidimos el martes a mediodía en Gelves durante la batida que la guardia civil hacía por esa zona del Guadalquivir en busca del cuerpo de Marta. Por la tarde estuvimos con Paco en la calle León XIII de Sevilla, donde el presunto asesino y su hermano reconstruyeron ante el juez lo que ocurrió el día de la muerte de la joven.

Este miércoles cuando Rocío, Tania y Paco llegaron al trabajo se encontraron con una carta de despido fulminante. ¿La razón? Estaban pretendiendo organizarse para defender sus derechos laborales. La subcontrata que los explota para antena tres había decidido redondear la faena y pasar de explotarlos a buscarles directamente la ruina.

Mientras me lo cuentan tiendo a creer que me están gastando una broma. No es posible ¿Paco? ¿Paco Moreno? ¿Uno de los reporteros gráficos con más pedigrí de la tribu?. No puede ser. ¿Y Rocío? ¿Rocío Feu? Pero si esta chica, que vemos en la foto sonriendo con el mar a sus espaldas, ha sido siempre todo entrega. Si se ha dejado durante muchos años y día tras día literalmente las pestañas en el curro, como Tania.

Pues nada, despedidos los tres. Despedidos por lo militar y sin anestesia. Como si fueran delincuentes. Los sentencian sin posibilidad de réplica a marcharse a casa y les conminan a abandonar inmediatamente lo que ha sido su referente de vida durante años.

No es que sobren, no

No es que la empresa necesite reducir plantilla, no

No es que sean malos profesionales

No es que la crisis... ya sabe usted

Se trata sencillamente de que han querido defender sus derechos y los de sus compañeros. Moraleja: había que darles un escarmiento ejemplar.

Entre quienes estamos este jueves en los juzgados de Sevilla la consternación es absoluta. Salomé me vuelve a abrazar: busca amparo a sus sentimientos contradictorios: a ella acaban de hacerla fija y está contenta. Pero le violenta sentir alegría cuando se entera de la suerte de sus compañeros.

- No, Salomé. nada de agobios. Lo que tendría que ser normal es lo tuyo, es decir, que quien dedica su tiempo a una empresa durante años vea algún día la recompensa a su dedicación y a su esfuerzo.

Lo que no es normal, querida Lois Lane, es lo de nuestros compañeros. Quienes les han hecho llegar la carta de despido a Rocío, Tania y Paco ignorando que se han dejado en la empresa los mejores años de su vida, esos seguro que no tienen quien les abrace. Probablemente si fueran masoquistas no encontrarían ni quien les escupiera.

J.T.