Las amenazas de Mariano y sus peperos

Escucho el machaconeo de Mariano y sus peperos echados al monte con lo de Bermejo y Garzón y no puedo menos que aburrirme al ritmo del sonsonete de siempre: "dinamitamos el pacto de la justicia, muera Garzón, Bermejo dimisión, rompemos la baraja hasta que... bla, bla, bla..."

Asocio ideas y no tarda en venirme a la memoria otra patochada similar a propósito de unas palabras de Polanco que al parecer no le gustaron a Mariano y sus chicos y chicas: "no volveremos a ningún medio de Prisa hasta que su dueño nos pida perdón..." ¿Os acordáis?

Siempre amenazando, siempre dándose por ofendidos, siempre sacando los pies del plato, siempre asustando, retando, forzando la máquina, echando pulsos.... ¡Pero qué pesados!, ¿no?

¿De verdad que no hay otra manera de hacer política? ¿de verdad que están tan apurados como para agarrarse a tan endebles clavos ardiendo?

¡Qué manera de sacar las cosas de quicio! Si Garzón y Bermejo pecaron de imprudencia al coincidir en una cacería dominguera en Sierra Mágina, en la que se abatieron ocho muflones y cinco jabalíes, es algo discutible.

Probablemente no haya que ser ingenuo ni atribuirlo exclusivamente a santa casualidad. Pero Mariano y sus peperos -y peperas- han decidido que el juez y el ministro se reunieron para buscarles la ruina y así ha de ser. No hay margen para el beneficio de la duda.

Estuve este jueves en "Cabeza Prieta", la finca de Jaén donde se celebró la cacería y en Torres, el pueblo más cercano. Le pregunté a muchos lugareños por su opinión y uno de ellos me lo resumió destilando pura sabiduría popular: "Si quieren hablar de sus cosas, nos decía, me parece a mí que tienen mejores sitios donde hacerlo, ¿no? No tienen por qué dejarse ver en un coto de caza."

Este análisis, a mi juicio, lo resume todo. Deja con el culo al aire tanta hipocresía y tanta pamplina. Nos empeñamos en ser especialistas en ver tormentas en un vaso de agua y no paramos hasta magnificar nimiedades que al ciudadano de a pie le suenan a chino.

Bartolomé Molina, ex concejal del pp de Torres y organizador de la cacería, ha proclamado a quien ha querido oirlo que fue él, del pp, quien invitó a Garzón y que éste se marchó de la cena dos horas antes que los demás. ¿No podría haber sido ésta una manera, digo yo, de querer evitar el juez especulaciones sobre un encuentro fortuito que zanjó apenas estuvo en su mano?.

Pues no señor: Fueron a conspirar contra el PP. Y deben dimitir. Qué digo dimitir . A la hoguera. Sin contemplaciones. Porque lo han dicho ellos. ¡Qué peligro! Y eso sin estar en el poder.

J.T.