miércoles, 18 de febrero de 2009

Tratamiento en los informativos del caso Marta del Castillo

Caso Marta del Castillo. Dia veinticinco de su desaparición y quinto desde que su ex novio confesó haberla matado. Mediodía. Preparo un directo que en media hora haré entre juncos desde Gelves, Sevilla, donde los buzos continúan buscando en el Guadalquivir el cuerpo de la joven y el delegado del gobierno nos explica frente a un mapa los tramos en que han dividido el río para trabajar. Me llama mi hija mayor.





- Papá, ¿de verdad que hay que darle tanto bombo al asunto de Marta en los informativos?

¡Uf! De momento me quedo bloqueado, ¿qué le digo?

Patricia tiene veinticinco años, es también periodista y se mueve entre Madrid y Berlín desde donde, mientras avanza en sus estudios de posgrado, procura seguir con atención la actualidad.



¿Qué le digo a mi hija? ¿Que llevo más de treinta años ganándome la vida en este negocio y que ésta es la cera que arde?



¿Que me considero afortunado por trabajar donde trabajo porque en la mayor parte de los medios sería sin duda mucho peor?

¿Que las teorías sobre cómo abordar una información o qué importancia darle a los temas mueren el mismo día en que descubres que tus coberturas dependen del redactor jefe para el que trabajas y no de tu manera de entender el periodismo?
¿Qué le digo?

¿Que lleva razón y que soy un mercenario desde hace ya muchos años?

¿Qué le digo? ¿Que es una idealista y que cuando se adentre en el mundo laboral se verá obligada a abjurar de sus planteamientos y aplicar mentalidad práctica?



Me quedan sólo veinte minutos para el directo y no es cuestión de entrar en harina y menos por teléfono. Así que antes de darle un beso y despedirme de ella porque tengo que repasarme el esquema, sólo se me ocurre decirle
- Lo que me preguntas, cariño, merece cuando menos un buen debate.




J.T.

3 comentarios:

zumir dijo...

una idealista... ;P

Anónimo dijo...

Idealistas es lo que tenemos que ser los jóvenes, porque si no... ¿qué nos queda? Y no me refiero a los jóvenes de edad, a los que hemos vivido pocas experiencias en este sufrido panorama laboral e informativo...

Alguien me dijo hace poco que en este mundo no hay edades, sólo vivos o muertos...

Por eso, hay que mantener vivo el espíritu periodístico. Luchar por dar una cobertura informativa DE CALIDAD (ya sea en el ámbito financiero, de sucesos, de deportes o del corazón, la calidad no está reñida con la temática). Nec spes nec metu. Luchar por contar lo que pasa de un modo contrastado. Olvidar el periodismo de corta y pega, la información homogénea que ofrecen los grandes MCM y sí, a veces pasar por el aro. Porque sólo desde dentro del sistema se puede cambiar, reventar o reinventar el propio sistema...

En cuanto al bombo que se le ha dado a Marta del Castillo, no dudo que el caso debe ser una plataforma para intentar reconducir algunas normas de nuestro, a veces obsoleto, código penal, pero coincido con tu hija: tantas horas por una muerte (desgraciada) como tantas y tantas... Le das una patada a una piedra y te salen 400 casos "semisimilares" al de Marta... Esto me recuerda a las vacas locas y los niños que mordían a los perros. ¿Ya no quedan reses zumbadas y pit bulls asesinos? Claro, pero se pasó la moda. Eso es lo que da miedo... que Marta sea una moda...

Saludos desde Madrid de Zazu, la Zape de tu Zipi en épocas OXigenadas... te dejo un enlace al blog que comparto con una amiga, aunque a veces tiene poco de periodístico...
www.catatonicayciclotimica.wordpress.com...

Una pista, soy la ciclotimica...

Anónimo dijo...

País, pues reflejo en sus informativos...
¿Interesante negativo?
¿Resistiríamos el vaciado?

Me niego a entrar en más. Cuando aparece algo sobre esto o "semisimilares", cambio de canal. Cuando escombros u lo que sea, den algo que pueda llamarse resultado, me lo contará mi amiga, la radio.