martes, 2 de diciembre de 2008

Muñoz y la telebasura sin límites

¿Que Mahoma no puede ir a la montaña? Da igual. La montaña va a Mahoma. Asunto resuelto.

Si no hay límites morales para la telebasura, ¿cómo van a existir límites geográficos para los que la perpetran?


¿Que el juez no deja salir de Málaga al delincuente Julián Muñoz? Ningún problema. Hacemos el programa en directo desde allí, lo entrevistamos donde se encuentra y asunto concluido. No dejes que una orden judicial te estropee un buen "share".
La esperanza de muchos estaba puesta en que la audiencia no respondiera, pero respondió.



Cuando Julián Muñoz y sus desmanes en Marbella, con Gil y después de Gil, eran un hecho informativo, una y otra vez nos hemos hecho eco desde esta delegación de provincias de los "episodios" que tan singular personaje iba protagonizando durante los últimos siete años.


Hemos informado desde el ayuntamiento, desde su casa, desde los juzgados... A veces nos ha costado, pero creo que hemos conseguido contar las cosas deslindando lo que informativamente eran las andanzas de este señor de aquellos otros aspectos que concernían básicamente a su vida privada, y cuyos detalles se abordan y desmenuzan en otro tipo de programas.

¿Qué hacer a partir de ahora?



Se trata de un delincuente con juicios pendientes que acaba de pasar veintisiete meses en prisión. De un ex servidor público que utilizó su cargo para lucrarse y de cuyos abusos quedarán secuelas durante lustros en el urbanismo de Marbella y en los bolsillos de sus ciudadanos.

Pero se trata también de un "fenómeno mediático" utilizado sin pudor como mono de feria por televisivos programas basura en su loca huida hacia adelante para evitar a toda costa la bajada en los porcentajes de audiencia.
¿Qué hacer, pues? ¿Continúa siendo este personaje un hecho informativo? ¿Tiene algún valor lo que ha contado previo pago de su importe? ¿Como separar, entre tanto desatino, el grano de la paja?



J.T.

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