sábado, 13 de diciembre de 2008

El Vaticano pisa el freno a tope




La medicina del siglo XXI parece que no le gusta al Vaticano. Menuda vara nos espera, pues.

De momento, el documento que ha publicado para criticar los avances en investigación biomédica anuncia la apertura de un frente más de intolerancia:




A la condena de los métodos anticonceptivos, del aborto, de la eutanasia, de todo lo que tiene que ver con la libertad personal y las decisiones responsables de personas adultas según ellas entiendan que deben organizar su vida, se suma ahora este anatema contra la reproducción asistida, contra la medicina regenerativa y contra todo lo que no sea -y lo dicen textualmente- que una persona nazca "fruto del acto conyugal específico entre los esposos".

El humorista Vergara publica este sábado en el diario "Público"una viñeta en la que un cura con exceso de celo provoca un síncope a su jefe romano cuando intenta justificar por qué ha hecho una pintada sobre un cuadro de María de Nazareth -según la Biblia concibió a su hijo Jesús sin conocer varón- escribiendo la palabra "pecadora" con grandes letras rojas.



"...y como en el documento sobre bioética que hemos sacado -justifica el aplicado clérigo ante su jefe máximo- dice que el acto conyugal es la única forma responsable para la procreación, he pensado que..."

Genial. Se puede concebir por obra del espíritu santo pero no se puede salvar a un niño procurando, mediante las técnicas que la ciencia permite, que su hermano nazca libre de la enfermedad congénita del mayor y que además la sangre del cordón umbilical del más pequeño sirva para ayudar al primogénito a sobrevivir.





Hace muy poco, el doctor Guillermo Antiñolo, responsable del departamento de genética que ha conseguido que un niño nazca en Sevilla libre de la enfermedad genética que tenía su hermano y cuya sangre podrá curarlo, recibía el premio Plaza de España que concede la delegación del gobierno en Andalucía el día de la Constitución de cada año.





Junto a Antiñolo, fueron premiados los hermanos franciscanos de la Cruz Blanca por su labor en pro de los más desfavorecidos. En nombre de los galardonados habló Antiñolo.

Entre los invitados estaba el franciscano Carlos Amigo Vallejo, cardenal arzobispo de Sevilla. Antiñolo habló de Constitución, de libertad, de tolerancia, de progreso... Lamento no haber tenido cámara de fotos en ese momento justo para dejar constancia aquí de la cara de póker del arzobispo Amigo.


J.T.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Acaso otra reacción era esperable?