miércoles, 21 de octubre de 2009

Efluvios marbellíes en El Ejido

En Marbella a Jesús Gil le perdió ser un outsider.

El problema no fue su ordinariez, ni su caradura, ni siquiera su inaguantable desfachatez. El problema fue que, sin pertenecer a ningún gran partido, osó desplegar tentáculos y meter las narices en sitios como Estepona, Ronda, La Línea... y hasta ¡Ceuta y Melilla!


Cuando en Melilla su hombre de paja allí se atrevió a apoyar a un árabe para la alcaldía, ya fueron abiertamente a por él. En Ceuta y Melilla fue donde Jesús Gil se cavó su fosa política.

En El Ejido, a Juan Enciso le tienen ganas desde hace años. Mientras gobernaba como miembro del PP, todo iba miel sobre hojuelas. Hiciera lo que hiciera. Xenófobo, arisco y mal encarado, Enciso lo fue los catorce años que gobernó como alcalde del PP y los cuatro que llevaba ya de por libre.


Pero desde que osó desmarcarse, firmó su sentencia de muerte.

Si Enciso es corrupto o no, si se lo ha llevado más o menos calentito, es algo que en su día se dictaminará. A nadie le extraña que eso sea factible, como ocurría en Marbella.



Pero me vais a permitir que siempre me quede la duda de si se le hubiera metido mano también de una manera tan aparatosa en el caso de que no se hubiera desmarcado y continuara en el redil, en su partido de siempre.

J.T.