martes, 1 de septiembre de 2009

Escribir con el objetivo



Mis mejores amigos periodistas han sido o son fotógrafos. Desde Germán Gallego a Eduardo Abad pasando por César Lucas, Castellví, Morenatti, Alex y Gilberto de mi época de Cambio16, Antonio Chávez, Marina Bernal o Julián Rojas... todos han escrito y escriben estupendas historias con el objetivo.

Se trata de colegas que cuando estás en la faena constatas cómo corren más que tú, unos máquinas que ven las historias mucho antes que tú y las resumen en una imagen o dos... mientras que tú necesitas como mínimo varios párrafos para intentar aproximarte a su propuesta gráfica.

Yo no sé si a lo que han sido y son todos estos amigos míos se le llama fotoperiodismo o sencillamente "periodismo", pero el caso es que me he acordado de ellos y de muchos más que aquí no nombro cuando he leído en El País este martes una crónica de Bertrán Cazorla firmada en Perpiñán y que titula "El fotoperiodismo en la UVI". Transcribo aquí algunas de las citas que he encontrado en la crónica:



"El futuro pasa por un divorcio entre la prensa y los fotógrafos, que se buscan la vida por otros caminos"



"Obtener noticias de verdad es muy caro. La profundidad cuesta dinero"



"Por todo un reportaje, las revistas pagan hoy lo que cuesta un hotel en el país donde se elabora".



"Con lo digital cualquiera se puede sentir fotógrafo. La diferencia "sólo se ve en el trabajo a largo plazo"

Mis queridos colegas, y yo mismo, sufrimos una época de transformación constante que exige readaptarse en el oficio, qué duda cabe. Pero el alma de la historia que se cuenta en una foto, ese aliento único y mágico, irá siempre unido a la impronta de quien la ha escrito con una sola instantánea.

Son mis amigos los fotógrafos. Más periodistas que nadie.


J.T.

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