martes, 22 de septiembre de 2009

Pagar sexo es invertir en violencia

Así de contundente es el lema con el que el ayuntamiento de Sevilla pretende combatir la prostitución en las calles de la ciudad.

Es el segundo año de campaña. El año pasado las calles sevillanas y también los barrios más afectados por este asunto estuvieron durante semanas exhibiendo en vallas y carteles esta pregunta

¿Tan poco vales que tienes que pagar?
El precio de la prostitución incluye humillación, vejación, violencia...



Es una lucha lenta, una inversión de futuro, me dicen en el ayuntamiento de Sevilla. Pero tanto el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín como la portavoz, Maribel Montaño, están convencidos de que se trata de no cejar a la hora de difundir y extender mensajes que poco a poco vayan calando.


Mensajes dirigidos, me dice Maribel al consumidor, al hombre. No a la mujer, porque para la portavoz municipal las mujeres están en absoluta inferioridad de condiciones. El ayuntamiento está preparando una ley que prevé incluso multar con sanciones entre los 300 y los 3.000 euros a quienes consuman prostitución callejera.


Defiende Maribel a muerte que la prostitución no es una elección, que ninguna mujer elige ser usada y abusada y que el aumento de la oferta en las calles durante los últimos años se explica por la proliferación de las mafias.


No estamos cuestionando la libertad de nadie, añade Maribel, estamos intentando atajar la explotación de la mujer, porque la mayoría son inmigrantes, chicas pilladas entre la espada y la pared por desaprensivos sin ningún tipo de escrúpulos y que viven auténticos infiernos personales. Que nadie me venga con que se trata de una elección. No: es una explotación.

Así que las campañas del ayuntamiento sevillano se dirigen a los clientes. Quiere Maribel que Sevilla sea pionera en la promulgación de medidas que hagan impensables imágenes como las que hace pocos días captó un fotógrafo de El País en una zona céntrica de Barcelona.



Hagas lo que hagas para abordar el asunto de la prostitución, piensan en el ayuntamiento de Sevilla, parece difícil que no se convierta en un controvertido marrón. Así que... haremos, me dicen, lo que creamos que tenemos que hacer.

J.T.


2 comentarios:

ElCordónDeMiCorpiño dijo...

Jodido lo de la jodienda, hermano.

He leído y oído que lo de la "legalización" holandesa no marcha, que ha rizado el rizo.

Explotación, haberla haila y cuánta! Vejación, a la vista está. Marginación, no hay más que cruzarla con violencia (de toda y contra las mujeres más), robo, narcóticos, corrupción...

Y que es tradición por excelencia y arqueología cultural, le pregunten a vestales y hetairas sin olvidar brujería, curanderismo, vudúes varios y demás etecés.

La piedra filosofal ¿la hemos descubierto l@s nuev@s popes y popas de la bienintencionada catequesis munícipe-consejeril-ministrera de la erradicación? Hay quién se cree supratodo...

Pero no todo es lo que se denigra.

Hay circunstancias familiares, laborales, de traslados, de enfermedad o incapacidad o ausencia de la pareja, en las que hombres y mujeres necesitan puntualmente de los servicios de estos actores sexuales, verdaderos terapeutas, que voluntari@s hail@s, y nos consta a tdo el mundo,para el equilibrio personal, saludable; sin que halla el más mínimo interés por parte de su público en maltratar, vejar, marginar a nadie.

Y debería haber alguna forma de encauzar con dignidad esto.

Con un espacio que permita la higiene, la intimidad y el anonimato que la terapia impide, si es que se requiere; sin molestar ni escandalizar ni interferir a quienes no afecte. Y un pago justo.

Pero no se ve lo que no se quiere percibir.

Y si son desconocidas para est@s neoredentor@s, deberían dejar libres sus sillones de sus entretelas, hermano.

ElCordónDeMiCorpiño dijo...

Jóo!
Escribi ahí arriba "hailas"; ps redigo: haylas