Leo en ABC la oferta de una videocámara de alta resolución por 94,95 euros de nada mas veinte cupones añadidos.
Leo la oferta y me recuerda cuando en Diario 16 Málaga, siendo yo director, regalábamos toallas de playa con el logo del periódico. De eso hace veinte años. Entre aquellas prehistóricas toallas y esta vanguardista videocámara han ido pasando cientos de vajillas, cristalerías, películas, libros, cedés, figuritas mil, gafas, camisetas, nórdicos, móviles, mp3 y hasta croissants. Ni un solo periódico se ha quedado fuera del mercadillo.
Recuerdo mis discusiones con los gerentes cuando me querían convencer de la bonanza de este tipo de ofertas.
En aquel entonces, y hace veinte años, les dije que aquello era el comienzo del fin: no regalábamos cosas con el periódico, regalábamos el periódico con cosas.
Los gerentes nunca creyeron en la capacidad de los periodistas para vender historias, para interesar exclusivamente por la esencia de nuestro trabajo, la noticia. Desenlace: los gerentes acabaron tomando el poder y los periodistas fuimos perdiendo una batalla detrás de otra.
Regalar cosas con los periódicos fue el comienzo de un camino sin retorno. La agonía continúa. Cada día más patética
J.T.
3 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo compañero, y leyendo el post me he acordado de una de nuestras aventuras, cuando yo era chico de vuestra delegación, en la que un kiosko se vino abajo, y tras saber que no había daños físicos me atreví a hacer el siguiente chascarrillo: "claro la colección de piedras del mundo que venía hoy con el periódico, el suelo no la soportó"
Un abrazo, y me alegra ver que retomas el blog tras una temporada de parón, ya casi iba a echarte la bronca.
Gracias por tu fidelidad, compañero. Y vuelvo a la guerra. No podrán con nosotros
Hombre, una respuesta del escribano, y me alegro. De bien nacidos, ser agradecidos...
Ah, de esa opinión participo yo también.
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