martes, 16 de noviembre de 2010

¡Viva la libertad de expresión… y el flamenco!

Lo que me parecen las convocatorias de políticos para soltar un speech y luego no admitir preguntas lo tengo escrito ya aquí en otras ocasiones.


Os cuento la de este lunes: suena el móvil a media mañana: sms de la oficina de prensa de la presidencia de la Junta de Andalucía: “Griñán comparece a las 12.00 horas en Palacio de San Telmo para hacer una declaración sobre las manifestaciones de Puigcercós” (la tarde anterior, en un mitin electoral, el presidente de Ezquerra Republicana de Catalunya había puesto a caer de un burro a los ciudadanos andaluces, dijo textualmente que “en Andalucía no paga impuestos ni dios”).

Nos preparamos las preguntas, nos leemos el blog del político catalán donde se ratifica en las críticas y desmenuza argumentos que piden a gritos una réplica y nos dirigimos a la cita con el tiempo justo.


Una vez en San Telmo se nos puntualiza que se trata de una comparecencia institucional y que no se van a admitir preguntas.


- ¿Por qué nos hacéis venir entonces, preguntamos, cuando para una declaración sin preguntas basta con que enviéis un fax, o un correo electrónico, incluso un video grabado por vosotros mismos?

Pasa el tiempo y Griñán no aparece. Son ya las doce y cuarto cuando, durante la espera, uno de los asesores escucha nuestras protestas por el planteamiento de la comparecencia.

- Me parece muy bien que protestéis, nos dice el amigo. ¡Viva la libertad de expresión… y el flamenco! –añade. Con un par.

En ese mismo momento apareció Griñán para replicar a Puigcercós. Ninguno nos fuimos. Allí nos quedamos todos, haciendo de amanuenses. Así nos va.

J.T.

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