En Andalucía, sobre todo en Sevilla, domingo de ramos es sinónimo de renovación (con mejor o peor gusto, pero renovación al fin y al cabo). A mí me parece también un día de luz, de alegría, de regreso a la vida tras los tonos grises de los meses fríos. Es el día en que se celebra la explosión de la primavera, el día en que se olvidan por fin hasta el otoño abrigos, bufandas y demás agobios.
Ayer tuvimos una guinda añadida: el anuncio de la marcha de Manuel Chaves del gobierno andaluz, después de 19 años como presidente.
Cuando Chaves llegó a Andalucía aún faltaban dos años para la Expo 92. Coincidió seis años con Felipe González, ocho con Aznar y ya iban cinco con ZP, a quien ahora parece que va a acompañar en el gobierno de la nación.
Zapatero le ha encontrado a Chaves el resquicio exacto para dejar la presidencia de la Junta sin que su imagen salga mal parada del todo. Si se trata de una patada hacia arriba o no, el tiempo se encargará de aclararlo.
Hay en la iconografía sevillana del domingo de ramos una cofradía llamada "Amargura". Sale a la calle a partir de las siete y media de la tarde, justo la hora en que comenzó a extenderse por las calles andaluzas la noticia-rumor de que Chaves se marchaba de aquí.
Claro que detrás de la Amargura desfiló ayer, como todos los domingos de Ramos que no llueve, otra cofradía llamada "Amor". Cuando los nazarenos del Amor pasaban ante el alcalde socialista de Sevilla, -que esa es otra, alcaldes aconfesionales pasteleando año tras año con la iglesia como si no pasaran los siglos- todas la páginas web contaban ya con grandes caracteres que Chaves se marchaba de Andalucía.
La Amargura y el Amor en la calle y Chaves haciendo las maletas.
J.T.
1 comentario:
Pues, conclusión magistral antropológica digna de Caro Baroja o del amigo Tamayo, que no por cerca de Dios está lejos del diablo, digo de lo Humano (ay que ver, ¿en qué estaria yo para "confundirme"?).
Por cierto, el blog está cada día más bonico, sí señor. Os animo a que los comentarios salgan en la entrada original, como otros de solera también, que a veces cuesta cargarlos...
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