martes, 30 de noviembre de 2010

Gran semana para el periodismo




Confieso que para mí ha supuesto una verdadera inyección de optimismo ver portadas así de cinco países distintos durante tres días consecutivos... y lo que queda.

Que ocurran cosas como ésta me reconcilia con mi oficio y me hace sentirme orgulloso de ganarme la vida ejerciéndolo y defendiéndolo. La publicación de los informes secretos estadounidenses en los que se desmenuza a lo largo de doscientos cincuenta mil documentos la vida y milagros de buen número de mandatarios mundiales y se vuelcan opiniones y valoraciones sobre cada uno de ellos es un pelotazo de tal calibre que hará falta mucho tiempo para digerirlo y comprobar el verdadero alcance de tal "empacho" de datos.

Que la publicación de esos informes se produzca en medios de referencia en cinco países occidentales (Estados Unidos (NewYork Times), Francia (Le Monde), Alemania (Der Spiegel), Reino unido (The Guardian) y España (El País) y que provengan del trabajo de un medio on line (Wikileaks) especializado en divulgar informaciones de alto calibre y comprometedoras, pero siempre solventes y contrastadas proporcionan una idea de los nuevos sistemas de circulación del mejor flujo informativo.

El periodismo siempre consistió y consistirá en ofrecer al público aquello que los poderosos están interesados en que no se conozca.

En este blog he lamentado muchas veces mi temor a que trabajar en esta línea cada vez resulte más complicado. Me alegra comprobar que de momento me he equivocado y que no debía ser tan pesimista.

Este es nuestro papel. Este es el sentido de nuestro oficio. Y las "sinergias" entre wikileaks y medios escritos de cinco países para dar a conocer asuntos de la envergadura de lo que tenemos entre manos también me parece un muy aplaudible hallazgo.

Son días estos para celebrar. En medio de tanto desastre hay quien en nuestro oficio está cumpliendo con la esencia de nuestro trabajo y lo está haciendo a lo grande.

Los amantes de las frases grandilocuentes afirman que habrá un antes y un después de la publicación de todas estas informaciones. Yo no sé si será para tanto. Lo que sí sé es que servirán como revulsivo. Y eso, sin ningún género de duda, es bueno.

J.T.

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