Se están oliendo las fuerzas de izquierda la que se les puede venir encima y parece que empiezan a espabilar. Al menos en Andalucía. Ya era hora.
Ya era hora porque no es ya que bancos y depredadores varios continúen sin soltar un duro a nadie después de trincar nuestra pasta para sanear sus cuentas.
No es ya que con ese dinero quienes nos llevaron a la ruina, además de repartirse pornográficos beneficios sin pudor alguno, se dediquen ahora a financiar a la ultraderecha mediática para que los cornetas del apocalipsis -como diría mi querido J.M. Izquierdo- suelten por sus boquitas toda la basura que se les ocurre con tal de denostar cualquier atisbo de progresismo.
Ya era hora de hacer algo porque no es ya que a diario continúen los ultramontanos rematando la faena cuando hacen que nos sintamos, además de cornudos, apaleaos: cero créditos, cero empleo, cero inversión, cero esperanza en el horizonte...
Es que además, estos insaciables ya están empezando a asomar la patita. En Madrid y en Valencia llevan tiempo machacando, pero ahora se suma Catalunya, que día sí día no, plantea sin anestesia recortes en la sanidad, en la educación, en la función pública, o deja caer como quien no quiere la cosa la inevitabilidad de las privatizaciones... Por no hablar del otrora progresista gobierno central con su reforma de las pensiones o su aumento de la edad de jubilación para ir abriendo boca.
Foto de familia tras el acto celebrado este martes en Sevilla para denunciar la impunidad en la que se mueve la derecha, los bancos y la mayoría de los poderes fácticos. En España y fuera de España
Así que, como decía al comienzo, parece que las fuerzas de izquierda -que no los partidos políticos- empiezan a tener claro que hay que espabilar cuanto antes porque la tostada se huele ya a demasiada distancia. Le están viendo ya las orejas al lobo. Por fin.
Hay que hacer algo, pero qué.
Por eso me ha gustado asistir este martes en Sevilla a un encuentro promovido por 18 organizaciones sociales andaluzas (desde Comisiones Obreras y UGT a los sindicatos de las fuerzas de seguridad pasando por asociaciones vecinales, de consumidores o mujeres progresistas) en el que Román Orozco ha leído un manifiesto denunciando
- que la crisis está sirviendo como excusa para recortar derechos sociales y laborales
- que el mundo en el que vivimos es cada vez más injusto
- que las ideologías más conservadoras están consiguiendo desmovilizar la capacidad de protesta del ciudadano medio.
- que la sociedad civil organizada está en peligro
Román Orozco durante la lectura del manifiesto
Así que exigen, entre otras muchas cosas
- regulación y control de los mercados
- medidas para reactivar la economía desde una independencia en la gestión que los gobiernos evidencian haber perdido
- la eliminación de los paraísos fiscales y la regulación de los sistemas financieros internacionales
Poca cosa, la verdad. Porque ahora hay que preguntarse cuál es el siguiente paso después de la puesta en escena este martes de la voluntad conjunta de no dejarse avasallar.
Pero cierto es que al menos se ha dado este paso.
Saben ellos, como lo sabemos todos, que la cosa no pinta nada bien para los eslabones sociales más débiles de la cadena. Pero en todo esto, lo que yo veo de positivo es que por lo menos, hay voluntad de empezar a moverse, de hacer algo todos juntos. De no permitir que los "depredadores" campen por sus respetos con absoluta impunidad.
Quienes estaban reunidos este martes en Sevilla representaban a la mayor parte de los andaluces. Si quieren hacer de dique de contención pueden. Pero tendrán que moverse mucho. Y rápido.
J.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario